Ale, el patito surfista (3ª parte)

Ale, el patito surfista (3ª parte)

Asumiendo la responsabilidad y descubriendo el sueño

           

Si aún no has leido la primera y la segunda parte puedes hacerlo aquí:


Era lunes, y Ale ya tenía edad de trabajar, porque los patitos lo hacen con poco tiempo de vida. Tenía casi un año y ya iba con su papá y el abuelito al mar a por el pescado del día.

Los patitos, deben aprovechar bien su infancia, ya que cuando menos se lo esperan, ya son grandotes, ocurre pues, que se cargan de responsabilidades y tareas de esas que se llaman serias. La verdad es que Ale le costaba entender toda ese lio de asumir responsabilidades, pero Abuelo le insistía constantemente lo importante que era crecer asumiendo la responsabilidad de todo lo que te ocurre.

Abuelo, le explicaba con detalle la diferencia entre ser el culpable y ser el responsable. Bien es cierto que a Ale le costaba, porque le decían: “La diferencia estriba en la dirección hacia donde miras; es decir, la culpa tiene carácter retroactivo y mira hacia atrás, buscando siempre un chivo expiatorio, mientras que la responsabilidad mira hacia delante, buscando quien se hace caro del asunto
Al final, Ale lo entendió con un simple ejemplo; de repente dijo: “¡Creo que lo entiendo!, el culpable es el que me trajo hasta aquí y el responsable el que me sacará de aquí”.

Bueno, prácticamente lo has entendido, afirmó Abuelo. Lo más importante Ale, es que sepas que el único responsable de tus resultados a lo largo de tu vida siempre serás tú pequeño.

La responsabilidad es la capacidad de buscar respuestas a las situaciones y hacerte cargo de ponerlas en acción. Tuitea esto

Lo más importante de que entiendas que la responsabilidad siempre es tuya en lo que se refiere a tu vida, es que quien tiene la responsabilidad, tiene el poder.

Osea –dijo Ale- ¿que si yo creo que la responsabilidad de mi vida, de mis resultados y de mis sueños los tiene otra persona, lo que significa eso es que le estoy dando el poder de mi vida a esa persona?
¡Exacto!, ratificó Abuelo

Pero Abuelo, habrá cosas que no serán mi responsabilidad, ¿verdad?
Abuelo le decía que en realidad había cosas que no estaban al alcance de lo que el podía controlar, pero incluso en estas circunstancias siempre podría asumir que en sus manos había cosas que podría hacer.
Le dibujó un gran circulo en la arena de la playa a Ale y dentro de ese circulo dibujo otro concéntrico más pequeño.

mirada

Le explicó que en el círculo pequeño tenía que poner todas aquellas cosas que estaban en sus manos poder hacer, aquello que realmente si podría hacerse cargo de realizarlas; y fuera, en el otro círculo más grande, debía poner aquellas cosas sobre las que, aunque quisiera, no tenía control.

Por ejemplo, si llueve no es responsabilidad tuya evidentemente, por lo que deberás de ponerlo en el circulo exterior, pero lo que hagas con ese día lluvioso si que lo es, y eso es lo que deberás colocar en el círculo interno.

En el círculo exterior podrás poner incluso si alguien te insulta, pero en el interior deberás colocar la respuesta que vas a elegir ante esa situación.
Si te roban algo estará dentro del círculo exterior (aunque bien podrías haber puesto en el interior poner mas cuidado) pero una vez robado… tu reacción será colocada en el circulo interior.

Por fin Ale vio la luz del concepto: “¡Responsabilidad entonces, es colocar el máximo de cosas dentro del circulo interior!
Si, y hacerlas”, sentencio Abuelo. “Si colocas y colocas cosas en el círculo interior y nunca las haces, lo que vas conseguir es agobiarte con largas listas de cosas que hacer… eso no es bueno

Si te roban algo estará dentro del círculo exterior, pero una vez robado… tu reacción será colocada en el circulo interior. Tuitea esto

Entonces Abuelo, consiguió también que su pequeño entendiera porque muchos adultos no les gusta o no quieren asumir responsabilidades, realmente le aclaró que era por dos cuestiones. La primera porque nadie les educó en este concepto; se pasaron la vida señalando al que estaba en frente y diciendo: ¡eso que o haga otro! Y nadie le enseñó que la vida la puedes vivir como espectador y victima o como protagonista y responsable. La otra razón, es porque hay quien se carga de “responsabilidades” que realmente no les llevan a ningún lugar, es decir, creen que hay que hacer un montón de cosas que en realidad no sirven para nada. Si los adultos sólo hicieran aquellas cosas que les sirven para cubrir sus necesidades, para crecer y evolucionar y para disfrutar, les sobraría tiempo incluso para mirar el sol ponerse cada día.
Se rieron mucho cuando Abuelo le pidió a Ale que le señalara con su “casi dedo” y le dijera repetidas veces: ¡Tu eres el responsable de mis desgracias!
Cuando lo hizo Ale, su abuelo le dijo: “Ale, mira cuantos dedos hay señalándome a mi

¡Uno!, dijo Ale.

Perfecto… y ¿cuántos a ti? Ale miró su patita con asombro y dijo entre dientes: ¡tres!

Osea, que cuando señales a alguien para decirle que en sus manos está la responsabilidad de tus desgracias, recuerda que tu tienes siempre y como mínimo el triple de responsabilidad… por su puesto igualmente ocurre con tus éxitos: ¡Siempre tendrás tres veces más responsabilidad de que tus sueños se logren que las personas a las que estás señalando!
Así que “patitas, perdón… manos a la obra

eBook Coaching Pepe Cabello

¿Quieres aprender coaching?

Aprende con nuestros eBooks y recursos para que nunca dejes de crecer.

Encuentra las mejores reflexiones de nuestro coach Pepe Cabello, escritas durante más de 10 años, recogidas en un ebook gratuito

¡Lo quiero!



Déjanos un comentario

Ale, el patito surfista (3ª parte)

Ale, el patito surfista (3ª parte)


Asumiendo la responsabilidad y descubriendo el sueño

DIAMOND BUILDING, SELECCIONADA PARA EL PROYECTO EUROPEO   DE INVESTIGACIÓN ‘TOP 10 SKILLS’

DIAMOND BUILDING, SELECCIONADA PARA EL PROYECTO EUROPEO   DE INVESTIGACIÓN ‘TOP 10 SKILLS’


Nadal y el cuarto escenario

Nadal y el cuarto escenario


Cuando tu estrategia ganadora deja de darte victorías, es hora de plantearse el cambio... y hacerlo.

¡Suscríbete a nuestra newsletter!

Nosotros tambien odiamos el spam, así que no te preocupes



Debes aceptar la Política de privacidad de Diamond Building.