Ale, el patito surfista (8ª parte)
No te enamores de estrategias de fracaso
TweetAle trabajaba como nunca lo había hecho… duro e incansable! Quería lograr su sueño y tenía claro que tenía que pagar un precio alto por ello.
Abu, le trataba de hacer ver a Ale que pagar un precio eran varías cosas. “Es una ecuación con cuatro variables!”, decía Abu, “tendrás que pagar dinero, porque todo tienes este precio, pero no es el único, también tendrás que pagar el precio del tiempo y para este tendrás que tener paciencia. Por supuesto debes de entender que parte del precio es la energía que vas a consumir en el proceso; y no menos importante debes saber que pondrás en juego emociones… de todo tipo”
Ale entendió que cualquier precio a pagar por un sueño consta de dinero, tiempo, energía y emociones y esto le hizo ser consciente de cual de estas variables tenía que poner más esfuerzo en los diferentes momentos de su “camino hacia la cresta de la ola”
Los sueños no se logran sólo a base de motivación y perseverancia, aunque sin estas no llegarás a ningún lado. Tuitea esto
Abu, que bien conocía a Ale, se sentó una tarde con el cuando vio que trataba de subirse a la tabla una y otra vez y se caía constantemente. Ale se enfadaba y gritaba: ¡Esto es muy difícil! Y Abu se recordaba a si mismo la cantidad de cosas que hoy sabia hacer y que un día fueron muy difíciles para el. Se acercó lento, como siempre caminaba, puso sus manos en los hombros del pequeño y le susurró: “Ale, difícil sólo son aquellas cosas que no hemos practicado lo suficiente. Si te mantienes practicando cualquier cosa con la estrategia correcta, todo lo que hoy te resulta difícil, un día será fácil”
“Ya lo se abuelo, pero es que por más que practico y practico, no consigo que me salga. Pongo toda mi atención y tal y como me dijiste, copio todo cuanto veo que hacen los mejores”
Entonces Abu, entendió lo que estaba sucediendo. Ale, había elegido copiar a quien más lo intentaba, porque creía que como era el más trabajador, aparentemente, sería un buen tipo al que copiar. Nunca se dio cuenta de que ese modelo que deseaba copiar no estaba “en la cresta de la ola”, aunque bien es cierto que presumía de saber surfear como un campeón. “Hay mucha gente así, decía Abu, dicen y dicen, pero no hacen. Y esto es crucial para el éxito Ale, hay que dejar de hablar tanto y hacer… sobre todo hacer la estrategia correcta que te lleve al lugar donde quieres llegar. Si te empeñas en usar una estrategia que no funciona, no tienes garantía de éxito, sólo de cansancio, agotamiento y frustración”
Muchos patitos, al igual que los humanos, tratan de adquirir resultados diferentes haciendo lo mismo que hicieron siempre.
“Es una auténtica locura, ¿cómo se pueden lograr diferentes resultados haciendo siempre lo mismo?” Reclamó Ale; “es de lógica que si sigo haciendo lo mismo que he hecho siempre, obtendré los resultados que he estado obteniendo siempre”
“Si Ale, muchos repiten y repiten su estrategia… quizá nadie le dijo que por mal que ensaye algo mal no lo aprenderá a hacer bien”
“Los sueños no se logran sólo a base de motivación y perseverancia, aunque de paso te digo que sin estas dos competencias no llegarás a ningún lado” insistía Abu. “Sin perseverancia no lograras nada y sin motivación tampoco, pero… “¡con una estrategia equivocada tampoco lograrás nada!”; así que si algo no funciona… cambia!!!”
Mira Ale, decía Abuelo, es como ese campesino que ves allá a lo lejos. Es un hombre que roza la locura.
¿Cómo se pueden lograr diferentes resultados haciendo siempre lo mismo?. Tuitea esto
“El año pasado hizo exactamente lo que viene haciendo año tras año. Colocó bajo la tierra semillas de melones, eso si, después de una dura faena tratando la tierra para que fuera la más propicia y sus frutos salieran con éxito. Día tras día, salió bien temprano a cuidar de esas pequeñas matitas que ya asomaban sobre la fértil tierra. Bajo el sol abrasador del verano, sudaba y se lamentaba de lo duro que es ese trabajo. Regaba, quitaba las malas hierbas, ahuyentaba a los pajarillos con un roído espantapájaros… todo cuanto estaba en los cánones de la buena agricultura. Pero increíblemente, cuando el fruto estaba listo para cosechar, el campesino lloraba y se lamentaba de que lo que estaba recogiendo no eran patatas… sino melones.”
¡Pero Abuelito, eso es muy estúpido, ¿cómo va a recoger patatas si sembró melones?
¡Pues Ale, así pasan la vida muchas personas y muchos patos, tratando de recoger algo que nunca sembraron!
“Ale, A veces pienso que nos da mas placer una mala estrategia bien ejecutada que una correcta estrategia mal hecha… ¿será porque nos gusta hacer cosas mejor que otros, aunque sea algo tan estúpido como una manera de hacer algo que jamás nos dará resultados?”
De nuevo Ale dio un gran paso hacia su éxito, pues entendió que es necesario estar enfocado, modelar el éxito de los que ya lo habían logrado mantenerse entusiasmado y tener una estrategia, pero el eco ronco de la voz de Abuelo retumbaba en su cabeza: “si llevas tiempo con una estrategia y sin lograr lo que deseas lograr con esa estrategia, sigue perseverando y re-entusiásmate, pero por Dios, si no lo has logrado ya… cambia la estrategia”
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