“Manos a la obra” que la obra es mi vida
Este año quiero centrarme en mi, lo siento…
TweetFeliz navidad! Comiendo y bebiendo a más no poder… excesos de todo, hasta de felicidad ficticia. Una farsa en la que viven miles de personas cuando llegan estas fiestas tan, supuestamente entrañables.
Permítanme que ironice al respecto, ya que me parece estúpido y absurdo, dedicar unos días del año a mostrar nuestra cara más risueña y feliz, mientras pasamos el resto del año sin esos deseos de amor y paz hacia los demás.
No es que renuncie a que nos hagamos estos deseos, yo mismo los hago, lo que me da cierta pena es para mucha gente sólo este tiempo es digno de ser tratado así.
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Nos dicen que posiblemente engordemos de dos a cinco kilos en estos días… entre turrones, bebidas alcohólicas y comidas agotadoras. Quizá también engordemos nuestro ego al mostrarnos más amables que el resto del año. Incluso, las obras de caridad aumentan considerablemente.
De veras que me parece genial que esto ocurra, pero en estos días me preguntaba yo a mi mismo ¿qué hay del resto del año?
Yo me pregunto: “¿Habré vivido este año como una Navidad larga?”. No me refiero al comer en exceso, que posiblemente lo haya hecho dados mis resultados físicos. Me refiero a si he amado lo suficiente. Si cierro mis ojos por unos segundos y me lo pregunto directamente a mi corazón, mi respuesta es un rotundo no. Se que podría haber amado más, o haber hecho algo más por quien se cruzaba en mi camino.
Quiero hacerme una pregunta esencial: ¿Podré amar lo suficiente este próximo año?, ¿podré hacer de cada día una Navidad?
Para ello me he propuesto varias cosas y en un “ataque de honestidad” lo quiero compartir en este nuevo articulo contigo.
La primera es darme cuenta de que realmente me faltó mucho entre lo que he sido y lo que me hubiera gustado ser. Si no me doy cuenta de eso, simplemente sentiré que lo hice bien, y al menos a mi no me conviene. Para mi es importante saber en qué fallé este año con respecto a mis propósitos del año pasado.
Tras darme cuenta de lo que me faltó, quiero identificar (y ya lo he hecho) la clase de persona que quiero ser durante el año dos mil dieciséis. Se que es importante mantener esa imagen en mi mente durante todo el año y para ello, he escrito con lujo de detalles varias de las cosas que he decidido trabajarme este año nuevo que comienza.
Se que debo de asumir responsabilidades en áreas que hasta ahora no lo había hecho y eso significa que hay cosas que hasta hoy no asumía que estaban en mis manos y este año toca meterlas dentro del “circulo de influencia”, como diría el Dr. Covey. Cuantas mas cosas crea que no está en mis manos realizar, menos control tendré del resultado final… y luego solo queda lamentarse por lo que nunca ocurrió.
He elegido también varios motivos importantes para mi para no abandonar durante el año la decisión tomada. También se que debo de tenerlos frescos en mi mente cada día, pues esta es la “fuente de la motivación”, es decir los motivos que me sostendrán en la acción constante y coherente con mis objetivos marcados.
Me he respondido a varias preguntas que son muy poderosas para mi: Si me sostengo en mi decisión, ¿Qué victoria voy a lograr que sea mas grande que el propio resultado? ¿En quien voy a convertirme si no abandono mi decisión?, ¿Qué personas se van a ver beneficiadas de esa decisión?
Creo que sostener en mi cabeza todo el año “las oportunidades” que se van a generar a partir de mi decisión, será una de las claves del éxito este próximo año.
Por supuesto, se que no puedo solo, así que he hecho una lista de pedidos que tengo que realizar. Lo he hecho de manera específica u por supuesto a quien he de realizar estos pedidos.
Leyendo la Biblia en estos días recordaba el versículo siete, del capitulo siete del libro de Mateo: “pedid y se os dará”; pues nada… a pedir y por supuesto a aceptar que un pedido sólo es pedido si va implícito el derecho al veto.
¿Qué victoria voy a lograr que sea mas grande que el propio resultado? Tuitea esto
Por último y con la misma importancia, he realizado una lista de acciones coherentes con la decisión y enfocadas en el resultado que deseo obtener.
Se que viene un año lleno de oportunidades y mi principal propósito es disfrutar al más alto nivel del camino. Cada paso quiero que sea importante y disfrutado, así que “manos a la obra” que la obra es mi vida y quiero hacerme protagonista de ella cada segundo que Dios me regale.
¿Te sumas? Nos vemos por el camino, pues #ElPropósitoEsElCamino
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