Si te lo vas a prometer…¡Cúmplelo!
El propósito es el camino
TweetSe acercan días muy especiales: reuniones familiares, reencuentros especiales, comidas interminables e incluso algún día que se nos va de las manos. Y entre todo esto también se incluyen los famosos propósitos navideños. Muchos lo ven como algo a lo que agarrarse para conseguir un cambio en sus vidas, pero ese cambio no se va a producir en un abrir y cerrar de ojos, sino que todo resultado lleva detrás un trabajo.
De hecho, el día once de enero es el día del año donde más decepciones hay, ¿sabes por qué? Pues porque el noventa por ciento de las promesas realizadas el día treinta y un de diciembre a eso de las doce y cinco de la noche, mientras alzas una copa de champán se ha sido ya incumplidas.
Estoy seguro de que las promesas están basadas en deseos reales y que la intención es de lo mas pura, pero la realidad nos muestra año tras año, que tras unos días de “hipotecar la palabra” todo vuelve a su normalidad. De hecho, el verdadero problema no está en incorporar un nuevo hábito, sino en anular o dejar atrás el viejo hábito. Esto requiere doble esfuerzo, es decir provocar una inercia y detener otra que posiblemente lleve años implantada en nuestra manera de ser.
Siempre será más difícil dejar atrás una manera de ser ya implantada, que incorporar una nueva. Tuitea esto
Como ves, los propósitos navideños tienen un porcentaje de éxito muy escaso y es que, entre otras cosas, vemos el resultado final muy lejano, pero nada más cierto de la realidad. El resultado se comienza desde la primera zancada en el el camino.
Mira esta lista de pequeños consejos que te pueden ayudar desde el minuto cero. Son sólo recomendaciones y es posible que a todos no les lleve al mismo resultado, pero todo empujón es bueno.
1. Escoge entre una o dos metas.
No te mientas tratando de ponerte demasiadas metas para este año. La agonía de querer hacer demasiadas cosas nos dispersa y no haremos nada. No te engañes haciéndote demasiadas promesas de cambio. Además, el problema de hacerte demasiadas promesas es que si las sigues incumpliendo, tu auto confianza se seguirá viendo dañada.
2. Habla con tus más allegados sobre tus metas.
No sólo te puede ayudar a afianzar el concepto sino que también te pueden ayudar a alcanzarlas. Al menos has hipotecado tu palabra y eso es importante. Una vez dicho el objetivo, no sólo te has comprometido delante de quienes te importa, sino que posiblemente encuentres aliados en este proceso.
3. También es importante escribirlo.
Escribir tus propósitos te da poder, hazlo y que sea en papel. Esto ayuda a asentar la idea, para ello colócalo en un lugar donde puedas verlo continuamente. De hecho, una vez escrito ponlo en un lugar visible para ti… el baño, tu mesita de noche, tu mesa de trabajo… donde puedas verlo y recordarlo a cada rato. Esto mantendrá tu mente enfocada en el objetivo.
8 consejos para conseguir tus propósitos navideños. Tuitea esto
4. Comienza desde el minuto cero
¡Luego no existe! Ya sabes que “luego es el cajón donde guardamos las cosas que no sabemos qué hacer con ellas”.
Los lideres viven en el hoy. Es cierto que enfocan en el objetivo, es decir en el mañana, pero trabajan en el hoy. Cada paso es decisivo, asá que “paso a paso”, que no “poco a poco”; así no queda condicionado el tamaño del siguiente paso.
5. Fundamental tener un anclaje.
Momentos de debilidad tenemos todos y un gesto, un movimiento o un accesorio como anclaje ayuda a recordar nuestro propósito en los días donde estamos más débiles mentalmente (cuando no tenemos ganas de hacer ejercicio, cuando nos tienta ese suculento dulce a saltarnos nuestra dieta…). Como anclaje te aconsejamos la pulsera de un país sin quejas. Consíguela en la página web: porunpaissinquejas.com
6. Crea un ambiente propicio para lograr resultados.
Todo lo que te rodea te influye… el espacio, lo que leas, lo que veas en televisión. También las relaciones son clave, es decir, si quieres comenzar a hacer ejercicio deberás elegir compañía que le guste hacer ejercicio. No elijas como acompañantes de camino de tu éxito a alguien cuyos hábitos o costumbres están en contra de aquello que tu has declarado.
7. Ten recompensas personales.
Cada uno conoce sus gusto y conoce que es lo que más le gusta para recompensarse. Prémiate por cada pasito que das, por pequeño que te parezca. Recuerda que si das un paso, has dado un cien por cien mas de pasos que el que se ha quedado quieto. Y cuando des el paso… felicítate por ello.
8. Divide tu propósito en micro-objetivos
Y “cómete al elefante bocaito a bocaito”. Por cierto, si no entiendes esta última frase, te recomiendo que veas este vídeo donde te contamos “El cuento del Elefante”
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Felices fiestas y pa´lante!
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¡Lo quiero!
